Texto Bíblico: Isaías 6:1-13
Introducción: En este sermón abordaremos la visión profética de Isaías, tal como se describe en el capítulo 6 del libro que lleva su nombre. Este pasaje nos revela la gloria y santidad de Dios, la consagración de Isaías al servicio divino y la misión de llevar el mensaje de Dios al pueblo de Israel. Aprenderemos de esta historia la importancia de buscar la presencia de Dios, reconocer nuestra propia fragilidad y consagrarnos al servicio divino.
Órgano del Ministerio:
- La visión de la gloria y santidad de Dios (Isaías 6:1-4)
- Isaías tiene una visión impactante del trono de Dios, rodeado de serafines que proclaman Su santidad. Este encuentro nos recuerda que Dios es soberano, santo y digno de adoración, y que nuestras vidas deben guiarse por la búsqueda de Su presencia y el deseo de honrarlo en todo lo que hacemos.
- El arrepentimiento y la purificación de Isaías (Isaías 6:5-7)
- Al darse cuenta de la santidad de Dios y de su propia impureza, Isaías se arrepiente y confiesa sus pecados. Uno de los serafines se toca los labios con un carbón encendido, simbolizando la purificación de Isaías y su consagración al servicio divino. Aquí aprendemos que, para servir a Dios, es necesario reconocer nuestra propia fragilidad y buscar su purificación.
- El llamado y la consagración de Isaías (Isaías 6:8-10)
- Después de la purificación, Isaías escucha la voz de Dios preguntando quién sería enviado para llevar Su mensaje al pueblo. Isaías se ofrece fácilmente, demostrando su voluntad de servir a Dios. Este pasaje nos enseña la importancia de escuchar la voz de Dios y responder a su llamado con obediencia y dedicación.
- La misión de Isaías y la resistencia del pueblo (Isaías 6:9-13)
- Dios le revela a Isaías que su misión será difícil, ya que el pueblo de Israel resistirá el mensaje y endurecerá su corazón. Sin embargo, Isaías persevera en su misión, confiando en la fidelidad y soberanía de Dios. Aquí aprendemos que aunque enfrentamos desafíos y resistencias al servir a Dios, debemos permanecer fieles a nuestro llamado y confiar en Su propósito.
Conclusión: La historia de la visión de Dios y la consagración de Isaías nos enseña la importancia de buscar la presencia de Dios, reconocer nuestra propia fragilidad y consagrarnos al servicio divino. Cuando hagamos esto, estaremos preparados para escuchar la voz de Dios, responder a Su llamado y llevar Su mensaje a los demás, independientemente de las dificultades y resistencias que podamos enfrentar. Así, como Isaías, debemos buscar la santidad, la obediencia y la fidelidad en nuestra relación con Dios y en nuestra misión de llevar la Palabra de Dios al mundo.