La Sabiduría que Fortalece el Hogar
La mujer sabia es un pilar fundamental en la construcción de un hogar bendecido. Su sabiduría, que proviene de Dios, la capacita para actuar en el momento adecuado, promoviendo paz, fe y armonía en su familia.
La mujer sabia edifica su casa, pero la necia la derriba con sus propias manos. (Proverbios 14:1, RVR1960)
Edificar significa levantar una construcción con base en una estructura planificada, utilizando los materiales necesarios. En el contexto familiar, la mujer sabia utiliza su fe en Dios para fortalecer el matrimonio, cultivar respeto, amistad y compañerismo, y trabajar por el crecimiento espiritual y material de su familia.
La Mujer Sabia frente a la Mujer Necia
La Mujer Sabia: Constructora del Hogar
La mujer sabia está comprometida con el bienestar físico, emocional y espiritual de su hogar. Busca la sabiduría divina para tomar decisiones que unan y protejan a su familia.
Y si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. (Santiago 1:5-6, RVR1960)
Esta sabiduría permite a la mujer sabia administrar el hogar, cuidar el matrimonio y guiar a los hijos, enfrentando tiempos de abundancia y escasez con equilibrio y confianza en Dios.
La Mujer Necia: Destructora del Hogar
En contraste, la mujer necia, por falta de sabiduría, perjudica a su familia. Sus acciones, marcadas por la impaciencia y la desobediencia a la voluntad de Dios, comprometen los logros del hogar, generando desunión y conflicto.
La diferencia entre estas dos mujeres radica en su comportamiento ante las circunstancias. Mientras la sabia edifica con intención y cuidado, la necia destruye por negligencia o impulsividad.
El Papel de la Mujer en el Plan de Dios
El Don Divino de la Mujer
Dios otorgó a la mujer el don de dar vida y cuidar del hogar, siendo una esposa amorosa y una madre dedicada. En el Jardín del Edén, al crear a la mujer de la costilla de Adán, Dios la designó como ayudante, una compañera que apoya al hombre en su vida diaria.
Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. (Tito 2:4-5, RVR1960)
La mujer sabia es una columna del hogar, enseñando, cuidando y guiando a su familia en santidad y reverencia al Señor. Apoya a su esposo en la formación de hijos con un carácter piadoso.
La Necesidad de Sabiduría en Todas las Circunstancias
La vida familiar presenta momentos de alegría y desafíos. La sabiduría divina es esencial para tomar decisiones que mantengan a la familia unida, especialmente en tiempos de crisis. Estas decisiones, guiadas por fe y prudencia, fortalecen los lazos familiares y aseguran la protección de Dios.
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. (Mateo 17:20, RVR1960)
Jesús enseña que incluso una fe pequeña, como un grano de mostaza, puede crecer y producir frutos abundantes. En el hogar, esta fe comienza con pequeños actos de amor, respeto y oración, resultando en una familia bendecida con la paz de Dios.
Ejemplos de Mujeres Sabias en la Biblia
Débora: Líder y Profetisa
Débora fue una jueza y profetisa que lideró a Israel con sabiduría y valentía, guiando al pueblo a la victoria contra Sísara.
Y Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo. Y ella se sentaba debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Y envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? Y Barac le dijo: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y se levantó Débora, y fue con Barac a Cedes. (Jueces 4:4-9, RVR1960)
Débora ejemplifica a la mujer sabia que cuida de su familia y comunidad, observando, aconsejando y actuando con autoridad divina.
Marta y María: Escogiendo la Mejor Parte
Marta y María enseñan la importancia de priorizar la presencia de Dios. Mientras Marta estaba ocupada con las tareas domésticas, María eligió sentarse a los pies de Jesús para escuchar Sus enseñanzas.
Aconteció que yendo de camino, entró Jesús en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lucas 10:38-42, RVR1960)
María nos recuerda que la mujer sabia busca a Dios por encima de todo, confiando en que Él sostiene su hogar y familia.
Conclusión: Sé una Mujer Sabia
La mujer sabia reconoce que Dios es el fundamento de su hogar. Con fe, sabiduría y amor, edifica su familia, enfrentando los desafíos con valentía y confianza. Que seamos mujeres sabias, fuertes en la fe, ayudantes fieles y comprometidas con el propósito de Dios para nuestras vidas.