1 Corintios 14:1 – Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo el de profetizar

By Published On: 17 de julio de 2023

El don de profetizar es uno de los dones espirituales […]

El don de profetizar es uno de los dones espirituales mencionados en la Biblia. Es un don dado por el Espíritu Santo a los creyentes, capacitándolos para entregar mensajes inspirados por Dios para la edificación de la iglesia y la guía del pueblo de Dios. En este estudio, exploraremos 1 Corintios 14:1 y examinaremos el significado del don de profetizar, su importancia en la edificación de la iglesia y la necesidad de buscar discernimiento espiritual al evaluar las profecías.

El significado del don de profecía

En 1 Corintios 14:1, el apóstol Pablo escribe: «Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo el de profetizar». Este pasaje llama nuestra atención sobre el hecho de que, entre los dones espirituales, el don de profetizar es de gran importancia.

El término “profetizar” puede tener diferentes significados en el contexto bíblico. Implica la comunicación de mensajes divinos bajo la dirección e inspiración del Espíritu Santo. El profeta es un portavoz de Dios, transmitiendo Sus palabras al pueblo. El don de profetizar es una manifestación del Espíritu Santo, que permite a los creyentes hablar directamente de Dios.

Aunque a menudo asociamos la profecía con la predicción del futuro, la profecía bíblica es mucho más amplia. Puede implicar revelar verdades espirituales, animar, exhortar, corregir y dirigir la vida de los creyentes. El propósito principal del don de profetizar es edificar, animar y consolar a la iglesia, encaminándola a la voluntad de Dios.

La importancia del don de profecía en la edificación de la iglesia

El don de profetizar juega un papel crucial en la edificación de la iglesia. Cuando se ejerce correctamente, trae crecimiento espiritual, fortalecimiento de la fe y dirección a la comunidad de creyentes. Es una herramienta valiosa para llevar la revelación y el conocimiento de Dios al pueblo de Dios.

En el versículo de 1 Corintios 14:3 , Pablo declara: “ Pero el que profetiza habla a los hombres, edificando, exhortando y consolando”. A través de la profecía, Dios habla palabras de edificación, aliento y consuelo para Su pueblo. Los mensajes proféticos traen dirección, perspicacia y sabiduría divina para enfrentar los desafíos de la vida cristiana.

El don de profetizar es un medio por el cual Dios se comunica con la iglesia. Permite a los creyentes escuchar la voz de Dios y compartir sus palabras con otros. Cuando la profecía se recibe y aplica correctamente, trae unidad, crecimiento y transformación en la vida de los creyentes y de la iglesia en general.

El discernimiento espiritual como herramienta para evaluar la profecía

Si bien el don de profetizar es un don precioso, es fundamental buscar el discernimiento espiritual al evaluar las profecías. No todas las palabras dichas en el nombre de Dios son genuinas, ya que hay falsos profetas y mensajes engañosos. Por tanto, es necesario desarrollar la capacidad de discernir lo que es verdadero y conforme a la Palabra de Dios.

1 Juan 4:1 nos advierte: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Este pasaje nos recuerda la importancia de probar las profecías y examinarlas a la luz de la Palabra de Dios. El discernimiento espiritual nos permite distinguir entre lo verdadero y lo falso, permitiéndonos recibir solo lo que viene de Dios.

El discernimiento espiritual no es solo un conocimiento intelectual, sino una habilidad que debe buscarse y cultivarse. Debemos orar por la sabiduría de Dios, estudiar la Biblia y buscar el consejo de líderes espirituales maduros. Es importante que estemos siempre alerta y vigilantes para que no seamos engañados por falsas profecías.

El Propósito del Don de Profecía

El don de profecía tiene un propósito específico en la vida de la iglesia y en el plan de Dios para su pueblo. 1 Corintios 14:3, revela que el propósito del don de profetizar es la edificación, exhortación y consuelo de aquellos que escuchan el mensaje profético.

La profecía tiene el poder de edificar la iglesia, fortaleciendo a los creyentes en su fe y crecimiento espiritual. Brinda aliento para perseverar a través de las dificultades y desafíos de la vida cristiana, así como corrección amorosa cuando sea necesario. Además, la profecía brinda consuelo a quienes están pasando por momentos de dolor, pérdida o incertidumbre.

A través del don de profetizar, Dios revela y dirige a Su pueblo, capacitándolo para vivir de acuerdo a Su voluntad y propósito. La profecía también puede traer revelación de verdades espirituales, despertar el arrepentimiento y llamar a la obediencia.

La necesidad de perseguir el discernimiento espiritual

Como se mencionó anteriormente, es esencial buscar el discernimiento espiritual cuando se trata del don de profetizar. Si bien es un regalo valioso, existe una necesidad urgente de discernir entre las palabras genuinas de Dios y las profecías falsas. El engaño espiritual es una realidad, y el enemigo busca distorsionar la verdad y confundir al pueblo de Dios.

Además del discernimiento personal, es importante que la iglesia ejerza el discernimiento colectivo al evaluar la profecía. 1 Tesalonicenses 5:20-21 nos exhorta: “No menospreciéis las profecías. Examina todo. Aférrate a lo bueno.” Debemos examinar cuidadosamente las profecías, comparándolas con la Palabra de Dios y la guía del Espíritu Santo.

Cuando se trata de profecías, es importante no juzgar al profeta mismo, sino al mensaje profético. En 1 Tesalonicenses 5:20-21, Pablo nos exhorta a no despreciar las profecías, sino a examinarlas cuidadosamente.

Al evaluar una profecía, debemos considerar su consistencia con la Palabra de Dios. La Biblia es nuestra base para discernir la verdad de una profecía. Si una profecía contradice la Palabra de Dios, debemos rechazarla. Además, debemos considerar el fruto del profeta y si el mensaje está de acuerdo con el carácter y la naturaleza de Dios.

Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en el extremo de juzgar apresuradamente o desdeñosamente. La Palabra de Dios nos instruye a examinar las profecías con discernimiento, pero también a retener lo que es bueno. Es importante recordar que no todas las profecías son perfectas ya que se transmiten a través de vasos humanos que son falibles.

En lugar de juzgar al profeta, debemos buscar la guía del Espíritu Santo para discernir el mensaje. Debemos orar y pedirle a Dios que nos dé sabiduría y perspicacia para evaluar la profecía de acuerdo con Su voluntad.

Para buscar el discernimiento espiritual, necesitamos estar íntimamente conectados con Dios a través de la oración y el estudio de la Biblia. El Espíritu Santo nos permite discernir la verdad e identificar cualquier engaño. También es importante buscar el consejo de líderes espirituales maduros y sabios que puedan guiarnos a través de este proceso de discernimiento.

La búsqueda de la edificación de la iglesia

El don de profetizar debe ejercerse con el objetivo principal de edificar la iglesia. 1 Corintios 14:12 nos instruye: “Así también vosotros, según el deseo de los dones espirituales, procurad tenerlos en abundancia para la edificación de la iglesia”. Este pasaje nos recuerda que los dones espirituales se dan para la edificación del cuerpo de Cristo, no para la exaltación personal.

Al ejercer el don de profetizar, debemos buscar el crecimiento espiritual y el fortalecimiento de la iglesia como un todo. Debemos ser sensibles a la dirección del Espíritu Santo y pronunciar palabras que edifiquen, animen y corrijan según la voluntad de Dios. La edificación de la iglesia debe ser nuestro principal objetivo cuando usamos los dones espirituales, incluido el don de profetizar.

Versículos sobre el Don de Profecía

Además de 1 Corintios 14:1, hay otros versículos en la Biblia que abordan el don de profecía y su importancia en la vida de la iglesia. Exploremos algunos de ellos:

1 Corintios 12:10 – “A otro, obra de milagros; a otro, profecía; a otro, para discernir los espíritus; a otro, la variedad de lenguas; ya otro, interpretación de lenguas.” Este pasaje destaca que el don de profecía es uno de los dones espirituales dados por el Espíritu Santo.

Efesios 4:11-12 – «Y constituyó a unos apóstoles, a unos profetas, a unos evangelistas, a unos pastores y a unos maestros, para perfeccionar a los santos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo .” En este versículo, vemos que los profetas se mencionan como parte del plan de Dios para la edificación del cuerpo de Cristo.

1 Tesalonicenses 5:19-21 – “No apaguéis el Espíritu. No desprecies las profecías. Examina todo. Aférrate a lo bueno.” Este pasaje enfatiza la importancia de no descartar la profecía sino examinarla a la luz de la Palabra de Dios.

Profecía en la Biblia y los Profetas Mayores

La Biblia está llena de ejemplos de profecías y profetas que Dios usó para transmitir Su mensaje a Su pueblo. Algunos de los principales profetas de la Biblia incluyen:

Isaías : Isaías fue un profeta del Antiguo Testamento que trajo mensajes de advertencia, exhortación y consuelo al pueblo de Israel. Sus profecías apuntaban al Mesías y contenían promesas de redención y restauración. Un versículo relevante sobre la importancia del profeta Isaías se encuentra en Isaías 1:1: «Visión de Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y Jerusalén».

Jeremías – Jeremías fue un profeta llamado por Dios para advertir al pueblo de Israel del juicio inminente de Dios debido a su desobediencia. También profetizó sobre el nuevo pacto que Dios haría con su pueblo. En Jeremías 1:4-5 encontramos un pasaje crucial que revela el llamado de Jeremías: “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Antes que te formase en el vientre te escogí; antes de que nacieras, te santifiqué y te di por profeta a las naciones’”.

Ezequiel – Ezequiel fue un profeta exiliado que recibió visiones y mensajes de Dios. Sus profecías abordaron el juicio de Dios sobre el pecado, la restauración de Israel y la visión del futuro templo. Un versículo significativo que destaca el llamado de Ezequiel está en Ezequiel 2:3:  Entonces él me dijo: ‘Hijo de hombre, te envío a los israelitas, a las naciones rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus antepasados ​​se han rebelado contra mí hasta el día de hoy’”.

Estos son solo algunos ejemplos de los muchos profetas mencionados en la Biblia. Cada uno de ellos jugó un papel importante en la entrega del mensaje de Dios y en la guía de Su pueblo.

Conclusión

El don de profetizar es un don espiritual valioso que Dios da a los creyentes para la edificación de la iglesia. Es un medio por el cual Dios se comunica con Su pueblo, trayendo dirección, aliento y corrección. Sin embargo, es crucial buscar el discernimiento espiritual al evaluar las profecías para que no seamos engañados por los falsos profetas.

Siempre debemos tratar de edificar la iglesia mediante el ejercicio de los dones espirituales, incluido el don de profetizar. Nuestra búsqueda del discernimiento espiritual y nuestra conexión íntima con Dios son fundamentales para que podamos ejercer este don de manera correcta y eficaz.

Que sigamos el ejemplo de los profetas bíblicos, transmitiendo los mensajes de Dios con amor, humildad e integridad, buscando siempre la edificación del cuerpo de Cristo.

Share this article

Written by : Ministério Veredas Do IDE

Leave A Comment