¿Quién era Anna en la Santa Biblia? Hannah aparece en la Santa Biblia, en el primer libro de Samuel en el Antiguo Testamento. Ana fue esposa de Elcana, y se dio a conocer como una mujer de Fe, al ser estéril, este fue sin duda un período de mucha angustia por no poder ser madre. A través de su oración, Dios abrió su matriz y le dio un hijo a Ana, a quien llamó Samuel.
Significado del Nombre Ana: Ana: Significa «agraciada» o «llena de gracia». El nombre Ana proviene del original hebreo Hannah, más tarde del latín Anna, que significa «agraciada, llena de gracia».
1 Samuel 1:4 Y aconteció que el día que Elcana sacrificó, dio porciones a Penina su mujer, y a todos sus hijos, y a todas sus hijas.
Ana era Elcana y no podía tener hijos, pero Penina, que también era la esposa de Elcana, aunque Ana era Elcana notamos claramente que la convivencia dentro de esa familia, porque el hecho de que Penina pudiera tener hijos, Penina constantemente provocaba e irritaba a Ana.
1 Samuel 1:6 – Y su rival la provocó en gran manera, para provocarla; porque el Señor había cerrado su matriz.
Elcana era el cabeza de familia, era un levita del linaje de los entrenadores, pero no del linaje de los sacerdotes. Elcana habitaba en Ramá, una región montañosa de Efraín. Era un hombre temeroso de Dios. Elcana viajaba regularmente a Silo para adorar al Señor, porque incluso en la época de Josué el tabernáculo estaba allí.
La rivalidad dentro del Hogar de Elcana era constante. Ospina humillaba a Ana, porque ella tenía hijos y Ana no, Ana sufría con las cuentas de Penina y estas situaciones la angustiaban profundamente y por eso lloraba y vivía con amargura.
1 Samuel 1:4,5 – Y aconteció que el día que Elcana sacrificó, dio porciones a Penina su mujer, y a todos sus hijos, y a todas sus hijas.
Pero Anna jugó un papel excelente porque amaba a Anna, aunque el Señor había cerrado su matriz.
El amor que Elkanah le tenía a Ana era tan grande que aun Dios no había rodeado a su Madre, Elkanah igual le dio a Ana una parte especial. Así lo hacía de año en año y cada vez que subían a la casa del Señor.
Samuel da escribe a Elcana como un marido muy considerado: 1 Samuel 1:8 – Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿Y por qué no comes? ¿Y por qué está mal tu corazón? ¿No soy yo mejor para ti que diez niños?
En uno de esos viajes que hizo Elcana con su familia a Silo para adorar al Señor, Ana fue a la puerta del tabernáculo y la biblia dice que: Ella, pues, con amargura de alma, oró al Señor, y lloró mucho. E hizo voto, diciendo: ¡Señor de los ejércitos! Si miras con misericordia la aflicción de tu sierva, y te acuerdas de mí, y no te olvidas de tu sierva, sino que das a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré al Señor todos los días de su vida, y sobre su cabeza no pasará la navaja. Y aconteció que mientras ella perseveraba en orar delante del Señor, Elí vigilaba su boca. – 1 Samuel 1: 10-12 El
sacerdote Eli, que la estaba mirando, notó que Hannah solo movía los labios y no salía una voz audible de su boca, el sacerdote Eli luego concluye que Hannah estaba borracha y le pregunta a Hannah cuánto tiempo permanecerá borracha. y le aconseja que se mantenga alejada de Wine.
1 Samuel 1:15-17 – Pero Ana respondió: No, señor mío, soy mujer de espíritu turbado; ni vino ni sidra he bebido; pero he derramado mi alma delante de Jehová.
No consideres a tu sierva como hija de Belial; porque de la multitud de mis cuidados y de mis dolores he hablado hasta ahora.
Entonces Eli respondió: Ve en paz; y el Dios de Israel te conceda la petición que le hiciste.
Al salir del templo, el rostro de Hannah ya no estaba triste. Después de que Elcana regresa a Ramar, la Biblia dice que el señor se acordó de Ana.
1 Samuel 1:19,20- Y se levantaron muy de mañana y adoraron delante de Jehová, y volvieron y vinieron a su casa en Ramá, y Elcana conoció a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. Y aconteció después de algún tiempo, que Ana concibió y dio a luz un hijo, a quien llamó Samuel; porque, dijo ella, he pedido al Señor.
De pequeña, Ana entrega a Samuel en el tabernáculo al cuidado de Elí, cumpliendo así el voto que había hecho con Dios. Cada año, cuando iba a adorar a Shiloh, Hannah le trae a Samuel un traje nuevo.
Samuel fue uno de los hombres más notables de la Biblia, se le cita en el libro del profeta Jeremías, a través de Samuel el Señor unge a los dos primeros reyes de Israel, Saúl y David.
El milagro no se detiene con el nacimiento de Samuel, sino que tras su nacimiento, Ana se convirtió en madre de cinco hijos más, tres niños y dos niñas.
Ahora podemos ver al que vivía en amargura y tristeza, ahora canta cánticos de alabanza a Dios, cánticos de acción de gracias al Señor
1 Samuel 2:1-10 – Entonces Ana oró, y dijo: Mi corazón se regocija en el SEÑOR, mi el poder es exaltado en el SEÑOR; mi boca se ha extendido sobre mis enemigos, porque me regocijo en tu salvación.
No hay santo como el Señor; porque no hay ninguno fuera de ti; y no hay roca como nuestro Dios.
No multipliquéis las palabras altivas, ni dejéis que salgan cosas soberbias de vuestra boca; porque el Señor es el Dios del conocimiento, y por él se pesan las obras en la balanza.
El arco de los fuertes fue quebrado, y los que tropezaron fueron ceñidos de fuerza.
Los saciados se rentaron por el pan, y los hambrientos cesaron; aun la mujer estéril dio a luz siete hijos, y la que tenía muchos hijos se debilitó.
El Señor es el que quita la vida y la da; lo baja a la tumba y lo vuelve a traer.
El Señor empobrece y enriquece; rebaja y también exalta.
El levanta del polvo al pobre, y levanta del muladar al necesitado, para sentarlo entre los príncipes, para hacerlo heredar el trono de gloria; porque de Jehová son los cimientos de la tierra, y sobre ellos se asienta el mundo.
Los pies de sus santos guardará, pero los impíos enmudecerán en las tinieblas; porque el hombre no prevalecerá por la fuerza.
Los que contienden con el Señor serán quebrantados, El tronará sobre ellos desde el cielo; el Señor juzgará los confines de la tierra; y él dará fuerza a su rey, y exaltará el poder de su ungido.
El milagro Ana, fue Samuel, quien ungió al joven David de la tribu de Judá para ser rey de Israel, y fue del linaje de David que mucho tiempo después resucitó Jesús, aquel en quien se cumplen todas las promesas de salvación, el ungido del Señor, el rey de reyes, Jesucristo el hijo de Dios.