Marcos 16:15 – Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura

By Published On: 5 de marzo de 2023Categories: Sem categoria

El llamado de Jesús a evangelizar es una de las mayores responsabilidades que puede tener un cristiano. El versículo que ilustra este llamado se encuentra en Marcos 16:15: «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura».

Este llamado no es sólo una opción para unos cuantos cristianos más entusiastas o comprometidos, sino que es un mandato para todos los que creen en Jesucristo. Los que aceptan el evangelio no pueden quedarse de brazos cruzados y guardarse el mensaje para sí mismos, sino que deben compartir este mensaje con el mundo.

Según la Biblia, la predicación del evangelio es esencial para la salvación de las personas. EnRomanos 10:13-15, por ejemplo, Pablo escribe: «Porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo podrán creer en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo podrán oír si ¿No hay quien predique? ¿Enviado? Como está escrito: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la buena noticia!

El llamado a evangelizar es un llamado que todos los cristianos deben tomar en serio. No es una tarea fácil, pero vale la pena. Después de todo, cuando una persona acepta a Cristo como su Salvador, tiene una vida transformada y la esperanza de la vida eterna.

En este mensaje, echamos un vistazo más profundo al mandato de Jesús de evangelizar y cómo podemos cumplir esta tarea de manera efectiva. Veamos algunos de los desafíos que enfrentamos, así como las bendiciones que vienen con aquellos que obedecen el llamado de Dios. Propongo que profundicemos en la Palabra de Dios y descubramos lo que tiene que decir sobre este tema tan importante.

Cuando Jesucristo caminó sobre la tierra, dejó un mensaje claro y poderoso: el evangelio del reino de Dios. Pero él no solo vino a predicar el mensaje; también llamó a sus seguidores a compartirlo con el mundo. Este mandato está registrado en varios lugares de las Escrituras, incluso en Mateo 28:19-20, donde Jesús dice:“Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días , hasta el fin de la era».

Este mandato fue dado no solo a los discípulos originales de Jesús, sino a todos sus seguidores, incluyéndonos a nosotros hoy. En Marcos 16:15, Jesús dice:“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Este es un mandato directo para llevar el mensaje del evangelio a todos aquellos que aún no lo conocen.

La llamada a evangelizar es un mandato que hay que tomar en serio. No es una   sino una obligación para todos los cristianos. En Hechos 1:8 Jesús dice: “Pero recibiréis poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra. Aquí, Jesús aclara que es el Espíritu Santo quien nos capacita para llevar el mensaje del evangelio a todo el mundo.

El evangelio es el mensaje más importante que alguien puede escuchar. Es el mensaje de que Dios ama a la humanidad y envió a su Hijo Jesucristo para salvar a los que creen en él. Pero este mensaje no es solo para un grupo selecto de personas; es para todos

Este mandato de Jesús nos recuerda que el alcance del evangelio es universal. No es solo para personas de cierta raza, cultura o región geográfica. Es para todos, en todas partes del mundo. En Mateo 28:19-20, Jesús deja claro que debemos hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que él nos enseñó.

Este mensaje no es solo para judíos, o para cristianos de cierta denominación, sino que es para todos. En Romanos 1:16, Pablo escribe: “Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego”.

En este versículo, Pablo expresa su confianza y desvergüenza en predicar el Evangelio de Cristo, porque cree que es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, tanto judíos como griegos.

El término «evangelio» significa «buenas noticias» y se refiere al mensaje de salvación que Cristo trajo al mundo. Este mensaje se centra en la persona de Jesucristo, que se presenta como Hijo de Dios y Salvador de la humanidad. El Evangelio afirma que la salvación se obtiene por la fe en Jesucristo, quien murió y resucitó para pagar el precio de los pecados de la humanidad.

Cuando Pablo dice que el Evangelio es poder de Dios para salvación, está enfatizando que la salvación no viene por nuestros propios esfuerzos o méritos, sino que es un regalo de Dios, que se ofrece a todos los que creen en Jesucristo.

Además, cuando Pablo dice que el Evangelio es para todos los que creen, está afirmando que la salvación no está restringida a un grupo específico de personas. En el momento en que Pablo escribió esta carta, había una división entre judíos y gentiles (griegos), pero Pablo afirma que el Evangelio es para todos, independientemente de su origen étnico o cultural.

Finalmente, cuando Pablo dice que no se avergüenza del Evangelio, está mostrando su valentía y determinación para predicar el mensaje de Cristo, aún frente a la oposición y persecución que enfrentó. Esta actitud de no avergonzarse es un ejemplo para los cristianos de todos los tiempos, que también deben ser valientes y decididos en su fe en Jesucristo.

El alcance universal del evangelio significa que todas las personas tienen la oportunidad de conocer la verdad acerca de Dios y recibir la salvación. En 1 Timoteo 2:3-4, Pablo escribe: «Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al pleno conocimiento de la verdad».

La evangelización es uno de los aspectos más importantes de nuestra fe cristiana. Como seguidores de Jesucristo, tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje del evangelio con todos los que nos rodean. La evangelización es importante porque es a través de ella que las personas tienen la oportunidad de conocer a Jesús y recibir la salvación. Nuestra tarea como cristianos es llevar el mensaje de esperanza a todos los que lo necesitan.

La importancia del evangelismo se puede ver a lo largo de la Biblia. En Juan 3:16, el pasaje más conocido de la Biblia, leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Este es el corazón del evangelio: que Dios ama a la humanidad y quiere que todos se salven. Pero para que las personas sean salvas, primero deben escuchar el mensaje del evangelio.

En Romanos 10:14-15, Pablo escribe: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel del que no han oído hablar? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y cómo pueden predicar si no son enviados?” Este pasaje destaca la importancia del evangelismo. Para que las personas sean salvas, necesitan escuchar el mensaje del evangelio. Y para que ellos escuchen el mensaje, necesitan a alguien que lo predique.

Este pasaje es una reflexión sobre la importancia de la predicación de la palabra de Dios y cómo ésta es fundamental para la fe y salvación de las personas.

El versículo comienza con la pregunta “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído?” Esta pregunta sugiere que es imposible invocar a Dios si uno no cree en Él. En otras palabras, la fe en Dios es el primer paso para invocarlo Los que no creen en Dios no pueden invocarlo porque no tienen fe.

La segunda pregunta es «¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?» Esta pregunta apunta a la importancia de predicar la palabra de Dios. Aquellos que nunca han oído de Dios no pueden creer en Él. Por lo tanto, la predicación de la palabra de Dios es esencial para quien desea creer en Él.

La tercera pregunta es «¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?» Esta pregunta destaca la necesidad de predicadores que compartan el mensaje de Dios. Sin predicadores, las personas no tendrán la oportunidad de escuchar la palabra de Dios y por lo tanto no podrán creer en Dios.

La última pregunta es «¿Y cómo predicarán si no son enviados?» Esta pregunta apunta a la importancia de la comisión de Jesús a sus seguidores de predicar la palabra de Dios. Aquellos que creen en Dios deben ser enviados a predicar la palabra a otros para que más personas puedan escuchar y creer.

Este pasaje bíblico es una reflexión sobre la importancia de la predicación de la palabra de Dios para la fe y salvación de las personas. Aquellos que creen en Dios deben compartir el mensaje con otros para que puedan conocerlo y creer en Él. Por tanto, la predicación de la palabra de Dios es fundamental para la misión de los cristianos.

La importancia de la evangelización no se limita a la salvación de las personas. La evangelización también es importante porque nos ayuda a crecer en nuestra propia fe. Cuando compartimos el evangelio con otros, tenemos el desafío de conocer mejor la Biblia y desarrollar una comprensión más profunda de lo que significa seguir a Jesús.

En 1 Pedro 3:15 se nos anima a estar siempre listos para dar una respuesta a cualquiera que nos pregunte sobre nuestra esperanza en Cristo. Esto significa que no solo debemos compartir activamente el evangelio, sino también estar preparados para responder preguntas e inquietudes que las personas puedan tener sobre nuestra fe.

En Colosenses 4:5-6, Pablo escribe: «Andad sabiamente con los de afuera, aprovechando al máximo cada oportunidad. Que vuestra palabra sea siempre cortés y sazonada con sal, para que sepáis responder a cada uno».

Pablo comienza diciendo «Andad sabiamente», lo que significa que debemos ser prudentes en nuestras interacciones con personas que no comparten la misma fe. Debemos ser sensibles al contexto en el que nos encontramos y respetar las creencias y valores de los demás, evitando conductas o palabras que puedan ofender o alejar a las personas de Dios.

Luego enfatiza la importancia de aprovechar al máximo cada oportunidad de compartir el evangelio. Esto significa que debemos estar siempre listos y dispuestos a hablar de nuestra fe, ya sea a través de nuestras acciones o palabras. Debemos buscar activamente oportunidades para compartir el amor y la gracia de Dios con quienes nos rodean.

Luego, Pablo hace una recomendación importante sobre cómo debemos hablar con los incrédulos. Él dice que «tu palabra sea siempre agradable y sazonada con sal». Esto significa que nuestras palabras deben ser amables y amorosas, pero también deben poder captar la atención de las personas y despertar su interés. La sal es un condimento que puede dar sabor y realzar el sabor de los alimentos, así como nuestras palabras pueden traer vida y alegría al corazón de las personas.

En resumen, este mensaje de Pablo es una exhortación a caminar sabiamente hacia los incrédulos, aprovechando al máximo cada oportunidad de compartir el evangelio, hablando con palabras amables y amorosas pero también capaces de llamar la atención de las personas, y estando siempre preparados para responder a preguntas y dudas que puedan surgir.

La responsabilidad de cada cristiano de compartir el evangelio puede parecer abrumadora o intimidante, pero no tenemos que hacerlo solos. En Hechos 1:8 Jesús prometió a sus discípulos: «Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra». El Espíritu Santo nos empodera y nos guía en nuestro ministerio de evangelización.

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