Reflexión Sobre Nuestro Impacto
Si fallecieras hoy, ¿cuál sería tu legado? ¿Cómo te recordarían las personas? ¿Serías recordado como alguien que hizo cosas buenas o como alguien marcado por acciones negativas?
En sentido figurado, un legado es lo que se transmite a las generaciones futuras, un impacto duradero que refleja nuestras elecciones y valores.
Legados Positivos en la Biblia
La Biblia destaca a personas cuyos legados siguen siendo inspiradores, sirviendo como ejemplos de fe y propósito.
El Legado de Abraham
Abraham, conocido como el padre de la fe, dejó un legado fundamental al demostrar que la fidelidad a Dios resulta en bendiciones divinas. Nos enseña que nuestra fe será probada, pero la perseverancia nos mantiene firmes.
Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. (Génesis 12:1-3, RVR1960)
Las bendiciones de Dios no se limitaron a Abraham, sino que se extendieron a su descendencia, mostrando que la fidelidad a Dios beneficia no solo al individuo, sino también a su familia.
El Legado de Job
Job, un modelo de resiliencia, vio cumplido su mayor deseo por Dios: que su historia fuera registrada en un libro para las generaciones futuras.
¡Quién me diera que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién me diera que fuesen grabadas en un libro! (Job 19:23, RVR1960)
Job nos enseña que Dios da y quita, y que, incluso ante las pérdidas, debemos permanecer fieles. Su historia revela que las adversidades tienen un propósito divino y que los sueños alineados con la voluntad de Dios se cumplen.
Legados Negativos a Evitar
No todos los legados son dignos de celebración. Algunos son recordados como advertencias para no repetir los mismos errores.
El Ejemplo del Hombre Rico
El hombre rico, mencionado en la parábola de Lázaro, dejó un legado negativo marcado por el egoísmo. A pesar de su abundancia, nunca ayudó a Lázaro, el mendigo a su puerta, y su indiferencia lo llevó a la condenación.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:38, RVR1960)
Esta historia refleja un problema actual: el egoísmo. Muchas personas desperdician recursos mientras otras pasan hambre, destacando la importancia de compartir las bendiciones recibidas.
La Relevancia de los Legados Hoy
Desafortunadamente, el valor de un legado muchas veces solo se reconoce en los funerales, cuando se valora la importancia de un padre o una madre ejemplar. Debemos recordar que llegamos al mundo sin nada y partiremos sin llevar posesiones materiales, pero nuestras acciones perduran.
Legados Eternizados
La muerte ofrece la oportunidad de ser recordados por nuestras acciones, ya sean positivas o negativas. Un ejemplo notable es el legado de los misioneros suecos Gunnar Vingren, Frida Vingren, Daniel Berg y Sara Berg, quienes fundaron la Misión de Fe Apostólica en 1911 en Brasil, conocida posteriormente como Asambleas de Dios. Al llegar a Belém en 1910, provenientes de Estados Unidos, difundieron el evangelio y los himnos cristianos, traducidos al portugués, dejando un impacto global que persiste hasta hoy.
Construyendo un Legado Positivo
Mientras vivimos, tenemos la oportunidad de construir un legado positivo en nuestra familia, trabajo, iglesia y comunidad. Nuestras acciones deben inspirar a las generaciones futuras, como lo hacen los ejemplos de Abraham, Job y los misioneros de las Asambleas de Dios.
Al reflexionar sobre tu vida, pregúntate: ¿cómo seré recordado? ¿Será mi legado marcado por las cosas buenas que hice o por acciones que desearía evitar? Que tus decisiones hoy construyan un impacto eterno para la gloria de Dios.