Eclesiastés 3:1-8 Todo tiene su tiempo

By Published On: 28 de julio de 2022

Eclesiastés 3:1-8 Todo tiene su tiempo, y todo lo que […]

Eclesiastés 3:1-8 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: hay un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de derribar, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de dejar de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de echar fuera; tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra y tiempo de paz.

Sobre todo el universo y la creación, Dios es soberano. Eclesiastés nos muestra que el tiempo es un medio para que Dios se revele a la humanidad, demostrando todo su control y soberanía. Dios está presente en el pasado, presente y futuro, haciéndonos entender que todo lo que sucede en este mundo está dentro de su conocimiento y nada está fuera de su control.

Apocalipsis 22:13 – Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. 

Todos los eventos de este mundo han ocurrido con el permiso de Dios. Y nada escapaba a sus propósitos ni a sus voluntades. A través del tiempo Dios nos está enseñando que cada minuto que vivimos en este mundo, se está cumpliendo un propósito específico en nuestras vidas, a través de su voluntad y autoridad.

Romanos 11:36 – Porque de él, por él y para él son todas las cosas; gloria, pues, a él para siempre. Amén.

 Dios es tan poderoso que es imposible que nos escondamos de su gloriosa presencia. Salmo 139:7 – ¿Adónde me iré de tu espíritu, o adónde huiré de tu presencia?

 Cuando hablamos del clima, recordamos que cada estación del año tiene su peculiaridad. Entendemos que no hay dos temporadas iguales, cada una tiene algo especial, su hora correcta de inicio y su hora correcta de finalización.

 Y esto es muy importante para nuestra vida, porque cuando hablamos de la estación del tiempo, entendemos que en la vida espiritual, también enfrentamos diferentes momentos y ninguno es igual, todo en la vida tiene un principio y un final, nada es eterno. Lo único que permanece fiel e inmutable es la palabra de Dios  

Mateo 24:35 – cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

 La mayor dificultad del ser humano es saber esperar el tiempo de Dios para cumplir sus propósitos. Salmo 40:1 – Pacientemente esperé a Jehová, y él se inclinó a mí y escuchó mi clamor. 

 Dios está con sus oídos atento a nuestro clamor, y listo para respondernos, pero debemos entender que Dios ve más allá de lo que podemos ver y sabe con certeza si estamos o no preparados para recibir lo que le pedimos.

 Hay personas que si Dios les concede lo que piden, se van de la presencia de Dios y por eso no reciben lo que piden.

 el Señor Dios puede lograr cualquier cosa, porque nada es imposible para Dios. Dios puede sanar, liberar, distribuir, restaurar vida, restaurar matrimonios, pero para que eso suceda debe estar dentro de su propósito.

Job 42:2 Yo sé que todo lo puedes, y que ninguno de tus propósitos puede ser detenido.

 Y cuando Dios tiene que obrar, nada puede impedir la realización de sus propósitos. Como ejemplo de esto tenemos a Lázaro el amigo de Jesús, quien ya estaba muerto, pero fue propuesta de Dios que Lázaro resucitara. A los ojos humanos era algo imposible de lograr, pero ante el propósito de Dios Lázaro tenía que resucitar de entre los muertos.

 Vemos también que Jesús se tomó un tiempo para llegar a la familia de Lázaro, porque Jesús compró el día que ese tiempo era necesario para que el nombre del padre pudiera ser clorado.

 Lo mismo sucede en nuestra vida, cuando buscamos a Dios en oración, le clamamos por algo que aún no hemos recibido, pero creemos que sucederá en el momento en que el propósito de Dios es bendecirnos con lo que le pedimos. por.

 Eclesiastés nos enseña que no debemos tratar de ayudar a Dios, sino aprender a esperar en Dios. Cada bendición recibida en el momento adecuado trae felicidad, pero cada “bendición” recibida en el momento equivocado trae consigo tribulación.

 Es sumamente importante que si le pedimos algo a Dios, debemos pedirle que nos lo entregue en su tiempo y de acuerdo a su voluntad y propósito.

Share this article

Written by : Ministério Veredas Do IDE

Leave A Comment

Follow us

A quick overview of the topics covered in this article.

Join our team

Join us today and unleash your full potential as a copywriter.

Latest articles