Neste estudo bíblico sobre Êxodo 4, encontramos um momento crucial na vida de Moisés. Nesse trecho das Escrituras, somos apresentados à chamada de Moisés por Deus e aos sinais milagrosos que Deus lhe deu para confirmar seu chamado. Esses versículos, Êxodo 4:1-31, revelam lições valiosas sobre a vontade divina, a obediência, a fé e a fidelidade de Deus.
La desgana de Moisés (Éxodo 4:1-9)
Al inicio del capítulo 4 del Éxodo, Moisés se encuentra ante la presencia de Dios, y el Señor le asigna una misión: sacar al pueblo de Israel de Egipto, donde habían estado esclavizados durante muchos años. Sin embargo, la reacción de Moisés es de vacilación y desgana. Plantea una serie de objeciones, preocupado por la incredulidad de los israelitas y su propia falta de elocuencia.
Vemos aquí un ejemplo de cómo el llamado de Dios a menudo nos confronta con nuestras limitaciones y debilidades. Moisés, aunque elegido por Dios para una gran tarea, duda de sí mismo. Nos recuerda la importancia de confiar en Dios, incluso cuando nos sentimos inadecuados. En Éxodo 4:2 , Dios le pregunta a Moisés: “¿Qué es eso que tienes en la mano? Y él dijo: Una vara. Luego Dios transforma la vara en una serpiente y luego la restaura, mostrando su poder sobre la naturaleza. Esta es la primera señal que Dios le da a Moisés para confirmar su llamado.
Además, Dios le pide a Moisés que coloque su mano sobre su pecho, y cuando la retira, es lepra. Pero cuando él la vuelve a colocar en su pecho, ella queda sana. Éxodo 4:6,7 – “Y el Señor le dijo: Pon ahora tu mano en tu seno. Y cuando la quitó, he aquí, su mano estaba leprosa, blanca como la nieve. Y él dijo: Vuelve a poner tu mano en tu seno. Y volvió a poner su mano en su seno; Luego lo sacó de su seno, y he aquí, se volvió como su carne. «
Estos signos divinos son un recordatorio para Moisés de que Dios es el Dios de lo imposible, capaz de realizar milagros y superar todas las limitaciones humanas. Sin embargo, incluso ante estos signos, la vacilación de Moisés persiste.
El argumento de Moisés (Éxodo 4:10-17)
A medida que continúa la historia, Moisés continúa discutiendo con Dios, expresando ahora sus preocupaciones sobre su capacidad para hablar ante Faraón y el pueblo de Israel. Dice no ser elocuente y pide a Dios que envíe a alguien más. Sin embargo, Dios no acepta las excusas de Moisés y reafirma su llamado, prometiendo estar con su boca y enseñarle lo que debe decir.
Éxodo 4:10-12 – “Entonces Moisés dijo al Señor: ¡Ah, Señor mío! No soy hombre elocuente, ni ayer ni anteayer, ni desde que hablaste con tu siervo; porque soy pesado de boca y pesado de lengua. Y el Señor le dijo: ¿Quién hizo la boca del hombre? ¿O quién hizo a los mudos, o a los sordos, o a los que ven, o a los ciegos? ¿No soy yo el Señor? Ve, pues, ahora, y yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir.
Es interesante notar cómo Dios no niega la dificultad que enfrentará Moisés, sino que promete estar con él. Muchas veces en nuestras vidas somos llamados a tareas que parecen estar más allá de nuestras capacidades, pero Dios nos recuerda que Él es nuestra ayuda y facilitador. La obediencia al llamado de Dios es más importante que nuestras propias capacidades. Sin embargo, es necesario que tengamos fe y confianza en el Señor.
En Éxodo 4:14, Dios incluso nombra a Aarón, el hermano de Moisés, para que sea su portavoz ante Faraón y el pueblo. Esta colaboración entre Moisés y Aarón ilustra cómo Dios a menudo nos brinda apoyo y compañía en nuestras misiones. Es un recordatorio de que no estamos solos en nuestro camino de fe, sino que tenemos hermanos y hermanas en la fe que nos apoyan.
La misión de Moisés (Éxodo 4:18-23)
A lo largo del capítulo 4 del Éxodo, Moisés y Aarón se preparan para cumplir la misión que Dios les dio. Acude a Jetro, el suegro de Moisés, para pedirle permiso para ir a Israel. Este es un ejemplo de la importancia de la obediencia a Dios mientras se honran las relaciones familiares y el liderazgo de quienes nos rodean. Jetro da su bendición a Moisés y éste parte con su familia hacia Egipto.
Éxodo 4:21 trae un mensaje importante: “Y el Señor dijo a Moisés: Cuando regreses a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón para que no deje ir al pueblo”. Aquí, Dios revela que la resistencia de Faraón no será en vano, sino que servirá para mostrar su poder y gloria. Esto nos recuerda que Dios usa incluso la oposición para lograr sus propósitos divinos.
La circuncisión de Moisés (Éxodo 4:24-26)
En este punto de Éxodo 4:24-26, encontramos un pasaje de las Escrituras intrigante y a menudo debatido. Mientras Moisés y su familia viajaban a Egipto, el Señor procuró matarlo. Su esposa Séfora toma una piedra afilada y realiza la circuncisión de su hijo y toca los pies de Moisés con su prepucio. Esto detiene la amenaza divina y Dios lo perdona.
Aunque este pasaje pueda parecer enigmático a primera vista, podemos encontrar varias interpretaciones. Una es que Moisés se olvidó de circuncidar a su hijo, un acto de obediencia a Dios establecido como señal del pacto con Abraham. Por lo tanto, Dios le estaba mostrando a Moisés la importancia de la obediencia a Su ley. Sin embargo, esta interpretación plantea preguntas sobre por qué Dios buscaría matar a Moisés. Otra interpretación sugiere que el episodio representa una ceremonia de purificación espiritual, que prepara a Moisés para su papel de liderazgo.
Independientemente de la interpretación, este pasaje nos recuerda la necesidad de obediencia a Dios y la importancia de las señales del pacto. También resalta cómo Dios puede revelarse de maneras misteriosas, desafiando nuestro entendimiento.
Moisés y Aarón ante el Pueblo de Israel (Éxodo 4:27-31)
Moisés y Aarón finalmente se reúnen con los ancianos de los hijos de Israel y les relatan todas las palabras que el Señor les había hablado, así como las señales que les había dado. Y el pueblo cree y adora a Dios. Este es un momento crucial en la historia de Israel, que marca el comienzo de su viaje hacia la liberación de la esclavitud egipcia.
Aunque Moisés enfrentó su desgana y obstáculos en el camino, aquí vemos el poder de la obediencia y la manifestación de las señales de Dios. El pueblo, al ver estas señales, cree y se postra ante el Señor. Esta es una poderosa lección sobre cómo Dios usa individuos obedientes y señales divinas para inspirar fe y adoración en otros.
El capítulo 4 del Éxodo termina con la confirmación de la misión de Moisés y Aarón. Dios los llamó, les dio poder y les dio señales para que la gente creyera. Estos versículos revelan que aunque enfrentamos vacilaciones, desafíos e incluso misterios en nuestro camino de fe, Dios tiene el control y usa todo para cumplir sus propósitos.
Conclusión
Estudiar Éxodo 4:1-31 nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia respuesta al llamado de Dios. Al igual que Moisés, a menudo dudamos, cuestionamos nuestras propias capacidades e incluso desafiamos a Dios. Sin embargo, este pasaje nos enseña que la obediencia a la voluntad divina es fundamental, incluso cuando enfrentamos obstáculos aparentemente insuperables.
Deus também nos mostra que Ele está disposto a nos capacitar com sinais e maravilhas, e Ele usa as circunstâncias, por mais misteriosas que possam parecer, para cumprir Seus propósitos. Assim, somos encorajados a confiar em Deus, a obedecer a Sua voz e a reconhecer a importância dos sinais da aliança em nossa jornada de fé.
Mientras continuamos explorando las Escrituras, recordemos que, al igual que Moisés, estamos llamados a cumplir un papel único y significativo en el plan de Dios. La confianza, la fe y la obediencia nos permitirán enfrentar los desafíos, cumplir la voluntad de Dios y ser testigos de su poder en nuestras vidas. La historia de Moisés es un recordatorio de que Dios es soberano, fiel y está con nosotros en todas las circunstancias.