El diezmo es un tema que impregna las Sagradas Escrituras, siendo objeto de profunda reflexión y práctica para muchos creyentes a lo largo de los siglos. En este texto, exploraremos lo que dice la Biblia sobre el diezmo, su relevancia en las enseñanzas bíblicas y cómo se aplica a nuestras vidas hoy. Para comenzar, veamos el versículo de Malaquías 3:10, que a menudo se cita cuando se trata de este tema.
Malaquías 3:10 (NVI) dice: “Traed el diezmo íntegro al tesoro del templo, para que haya alimento en mi casa. Ponedme a prueba, dice el Señor de los ejércitos, y ved si no abriré las compuertas del cielo y derramaré sobre vosotros tantas bendiciones que no tendréis dónde almacenarlas.
Este versículo nos muestra la importancia del diezmo como un acto de fe y obediencia a Dios. Nos invita a llevar el diezmo a la tesorería del templo, lo que significa contribuir regularmente con una décima parte de nuestros ingresos al servicio de Dios.
Versos relacionados
La Biblia contiene varios versículos que abordan el tema del diezmo y sus implicaciones. Éstos son algunos de ellos:
- Levítico 27:30 (NVI) : “El diezmo de todo, tanto del grano como de los frutos, pertenece al Señor; está santificado para el Señor”.
- Proverbios 3:9-10 (NVI) : “Honra al Señor con todos tus recursos y con las primicias de todas tus cosechas; Tus graneros se llenarán hasta el borde y tus tinajas rebosarán de vino nuevo.
- 2 Corintios 9:6 (NVI) : “Recuerden que el que siembra escasamente, escasamente segará, y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará”.
- Lucas 21:1-4 (NVI) : La historia de la viuda pobre que dio dos pequeñas monedas como ofrenda, enseñando que Dios valora la disposición del corazón al dar.
A la luz de estos versículos, podemos entender que el diezmo no es sólo un acto de contribución económica, sino también un acto de fe, gratitud y obediencia a Dios. Nos invita a honrar al Señor con las primicias de nuestros recursos, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Él.
Aunque la práctica del diezmo suele asociarse con bendiciones materiales, es importante resaltar que la verdadera riqueza reside en nuestra relación con Dios. Contribuir con alegría y generosidad, como la viuda del relato de Lucas, demuestra nuestra confianza en el Señor, quien promete satisfacer todas nuestras necesidades.
Conclusión
En resumen, la Biblia nos enseña que el diezmo es un acto de fe, obediencia y gratitud a Dios. Nos invita a aportar regularmente una décima parte de nuestros recursos, reconociendo que todo le pertenece a Él. Además, nos recuerda que Dios valora la disposición del corazón para dar y promete derramar bendiciones sobre quienes le obedecen.
Por lo tanto, que podamos ver la práctica del diezmo no sólo como un deber, sino como una oportunidad para fortalecer nuestra fe y nuestra relación con el Creador. Que contribuyamos con alegría y generosidad, confiando en que Dios suplirá todas nuestras necesidades según su abundante gracia.