El Padre Nuestro es nuestro modelo de oración y podemos usarlo cuando hablamos con Dios. En nuestras oraciones también te entregamos nuestras necesidades, nuestras peticiones, pero principalmente te agradecemos por todo lo que el Señor Dios nos ha hecho.
¿Cómo decir una oración?
La Biblia nos da el modelo de oración dejado por el mismo Señor Jesús, que es la oración del Padre Nuestro.
La oración modelo:
Mateo 6: 9-13
- Por tanto, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre;
- Venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo;
- Danos hoy nuestro pan de cada día;
- Y perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores;
- Y no nos dejes caer en la tentación; Mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El amo está listo para responder a las oraciones de sus sirvientes.
Salmo 102: 17 – Responderá la oración de los desamparados y no despreciará su oración.
La oración tiene el poder de curar a los enfermos, consolar corazones, bendecir, liberar, renovar, transformar y llenar con el Espíritu Santo.
La oración es efectiva cuando se hace con fe, porque cuando pedimos con fe y creemos que Dios nos está escuchando y que Él nos responderá, nuestras oraciones son contestadas y vemos el poder de Dios manifestarse.
La oración puede ser respondida en el acto, o puede tomar algún tiempo para que sea respondida. Lo importante es clamar y orar con fe y esperar la respuesta del tiempo de Dios.
La oración no tiene por qué ser exactamente la misma, podemos buscar a Dios con total respeto, pero como si le estuviéramos hablando.
Exponer nuestras debilidades, necesidades, lo que nos molesta, expresarle lo dependientes que somos y pedirle que venga a cuidar nuestras vidas y sueños. Es importante que vengamos a agradecer y magnificar a Dios en nuestras oraciones.
Tenga en cuenta el patrón de oración que puede orar:
Comienzo de la oración: «¡Señor Dios Eterno Soberano!»
Agradecimientos: Señor, quiero darte las gracias por la vida, por mi familia, por mis amigos, por la comida que nos diste.
Solicitud: Vengo aquí para pedirles, que el Señor bendiga a mi familia, mantenga a mis amigos y familiares donde sea que estén.
Te ruego que guardes mi casa, Señor, toma mi trabajo en tus manos, Señor, guarda mi vida, líbrame de todo mal.
Quiero sentir más tu presencia, tener más intimidad contigo, derramar tu gloria, tu gracia en mi vida, porque dependo totalmente de ti para tu presencia.
Señor, haz en mí según tu voluntad y tu voluntad.
Fin de la oración: Eso es lo que te pido y te doy las gracias en el nombre de Jesús. ¡Amén!
Que podamos llevar esta palabra de fe a aquellos que aún no se han encontrado con Dios.
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