El tesoro del corazón
El corazón humano es una de las partes más importantes del ser humano. Es el lugar donde residen todas las emociones, pensamientos y sentimientos. Como cristianos, estamos llamados a cuidar nuestro corazón, porque de él proceden los asuntos de la vida (Proverbios 4:23). Sin embargo, con demasiada frecuencia dejamos que las preocupaciones y ansiedades del mundo entren en nuestros corazones, robándonos la paz y el gozo que Dios quiere para nosotros.
Jesús habló sobre el corazón en Mateo 6:21 , diciendo: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. En este estudio bíblico, exploraremos el significado de este versículo y descubriremos cómo podemos mantener nuestros corazones en sintonía con la voluntad de Dios.
¿Qué es el Tesoro del Corazón?
La palabra “tesoro” nos hace pensar en algo valioso y precioso. En términos bíblicos, el tesoro es algo que tiene valor eterno. Lo que Jesús está diciendo en Mateo 6:21 es que lo que consideramos valioso en nuestras vidas afecta directamente nuestro corazón. Si nuestros tesoros son cosas materiales, nuestro corazón estará apegado a ellas. Si nuestros tesoros son cosas espirituales, nuestro corazón estará ligado a ellas.
El tesoro del mundo
El mundo nos ofrece muchos tesoros. El dinero, el poder, el estatus y la comodidad son algunos de los tesoros que muchas personas buscan. Sin embargo, Jesús nos advirtió sobre el peligro de poner nuestras esperanzas en estos tesoros temporales. En Mateo 6:19-20 , Él dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.”
Esto no significa que debamos abandonarlo todo y vivir en la pobreza. Más bien, significa que debemos tener una perspectiva eterna y valorar aquellas cosas que tienen un valor duradero. Esto incluye cosas como las relaciones, el servicio a Dios y el amor por los demás. Cuando valoramos estas cosas, nuestro corazón estará a tono con el corazón de Dios.
El tesoro espiritual
Cuando buscamos primero el reino de Dios y su justicia, estamos colocando nuestros tesoros en el ámbito espiritual. En Mateo 13:44-46 , Jesús cuenta dos parábolas que ilustran el valor del tesoro espiritual: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, que un hombre halló y escondió; y por el gozo de ello va, vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Además, el reino de los cielos es semejante a un hombre, un comerciante, que busca perlas finas; Y cuando encontró una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró”.
Cuando nuestros corazones están puestos en el tesoro espiritual, estamos buscando las cosas que realmente le importan a Dios. El amor, la bondad, la misericordia, la justicia y la humildad son algunos de los tesoros que Dios valora. Cuando valoramos estas cosas, nuestros corazones se alinean con el corazón de Dios, y esto nos ayuda a vivir vidas plenas y significativas.
Cuidando el Tesoro del Corazón
Ahora que entendemos cuál es el tesoro del corazón, es importante aprender a cuidarlo. El cuidado de nuestro corazón comienza con nuestra mente y pensamientos. En Filipenses 4:8 , Pablo escribe: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay alguna virtud, y si hay cualquier alabanza, piensa en estas cosas.”
Si queremos cuidar bien de nuestros corazones, debemos ser selectivos con lo que permitimos en nuestras mentes. Debemos buscar llenar nuestra mente con cosas positivas y verdaderas que nos ayuden a mantener nuestro enfoque en Dios y las cosas eternas.
Otra forma de cuidar el tesoro del corazón es a través de la oración y la meditación de la Palabra de Dios. En el Salmo 119:11 , el salmista escribe: “ Tu palabra he guardado en mi corazón, para no pecar contra ti ”. Cuando nos esforzamos por entender y aplicar la Palabra de Dios en nuestras vidas, estamos atendiendo al tesoro del corazón y volviéndonos más como Cristo.
Finalmente, debemos estar atentos a las cosas que nos distraen del tesoro del corazón. El mundo está lleno de distracciones y tentaciones que pueden alejarnos de Dios. Debemos ser conscientes y evitar las cosas que nos hacen ir por el camino equivocado.
Conclusión
El tesoro del corazón es una cuestión de elección. Podemos optar por poner nuestras esperanzas en tesoros temporales que no durarán, o podemos optar por buscar las cosas que tienen un valor eterno. Cuando elegimos buscar el tesoro espiritual, nuestros corazones estarán en sintonía con la voluntad de Dios y experimentaremos la verdadera paz y alegría que solo se puede encontrar en Él.
Cuidando el tesoro del corazón, eligiendo nuestros pensamientos, meditando en la Palabra de Dios y evitando las distracciones del mundo, estaremos fortaleciendo nuestra relación con Dios y construyendo un tesoro que durará para siempre. Que Dios nos ayude a mantener nuestro corazón vuelto hacia Él ya cuidar bien del tesoro que nos ha confiado.