Qué hacer con el pan y el cáliz que sobran en la Sagrada Comunión

By Published On: 23 de abril de 2023

La celebración de la Santa Cena es uno de los […]

La celebración de la Santa Cena es uno de los momentos más importantes para los cristianos. Es una oportunidad para recordar el sacrificio de Jesucristo y renovar nuestra fe y compromiso con Él. Durante la celebración, el pan y el vino (o jugo de uva) se comparten entre los participantes como símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo. Pero, ¿qué hacer con el pan y el cáliz que sobraron después de la celebración? De eso es de lo que vamos a hablar en este estudio bíblico.

¿Qué es la Santa Cena?

Antes de hablar sobre qué hacer con el pan y el cáliz que sobró de la celebración de la Santa Cena, es importante entender qué es la Santa Cena en sí. La Biblia nos habla de la institución de la Santa Cena por Jesucristo en Mateo 26:26-28: “Mientras comían, tomó Jesús el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Comed; este es mi cuerpo». Luego tomó la copa, dio gracias y la ofreció a los discípulos, diciendo: “Bebed de ella todos. Esta es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados”.

La celebración de la Sagrada Comunión es, por lo tanto, una oportunidad para que los cristianos recuerden el sacrificio de Jesucristo por nosotros en la cruz y renueven su compromiso con Él. Es un momento de reflexión, agradecimiento y comunión con los demás hermanos en Cristo.

¿Qué nos dice la Biblia que hagamos con el pan y la copa sobrantes?

Cuando participamos en la Sagrada Comunión, generalmente hay suficiente pan y vino (o jugo de uva) para todos los participantes. Pero a veces sobra algo de pan o vino al final de la celebración. ¿Qué debemos hacer con estos elementos? La Biblia no nos da una respuesta clara sobre esto, pero podemos mirar a otros principios bíblicos como guía.

Principio de Gratitud y Despilfarro

Un principio bíblico importante relacionado con este tema es el de la gratitud y el despilfarro. Dios nos ha dado muchas bendiciones, incluyendo la comida y la bebida que consumimos. Debemos estar agradecidos por estas bendiciones y usarlas sabiamente. Por otro lado, también debemos evitar el despilfarro, ya que es una forma de faltarle el respeto a Dios y lo que Él nos ha dado.

Podemos aplicar este principio a la situación de la Cena del Señor. Si sobra pan o vino, debemos estar agradecidos de haber tenido la oportunidad de participar en la celebración y recordar el sacrificio de Jesucristo. Al mismo tiempo, debemos evitar el desperdicio y buscar la forma de utilizar estos elementos de manera respetuosa y coherente con los valores cristianos.

Principio de comunión y de compartir

Otro principio importante que podemos aplicar a la situación de qué hacer con el pan y la copa sobrantes es el de la comunión y el compartir. La celebración de la Santa Cena es un momento de comunión entre los hermanos en Cristo, donde todos participan juntos del mismo pan y del mismo vino (o jugo de uva) como símbolos de la presencia de Cristo. Este principio también se aplica a qué hacer con los elementos sobrantes.

Si sobra algo de pan o vino de la celebración de la Santa Cena, podemos encontrar la manera de compartirlo con otras personas que no pudieron asistir a la celebración. Podemos llevar el pan y el vino (o jugo de uva) a otras personas en el hogar, en el hospital, en un hogar de ancianos o en cualquier otro lugar donde haya personas que deseen compartir ese tiempo especial de comunión con Cristo.

Principio de conciencia y libertad cristiana

Finalmente, es importante recordar que la Biblia nos enseña sobre el principio de la conciencia cristiana y la libertad. En 1 Corintios 10:23-24 , el apóstol Pablo dice: “Todo está permitido”, pero no todo es provechoso. “Todo está permitido”, pero no todo edifica. Nadie debe buscar su propio interés, sino el de los demás.

Este principio nos enseña que como cristianos tenemos la libertad de hacer muchas cosas, pero no todas son beneficiosas para nosotros o para los demás. Siempre debemos buscar hacer lo que construye y beneficia a los demás, incluso si eso significa renunciar a nuestra propia libertad.

En la situación de la Cena del Señor, podemos aplicar este principio a qué hacer con el pan y la copa sobrantes. Si no estamos seguros de qué hacer con estos elementos, podemos orar a Dios y buscar la guía del Espíritu Santo. También podemos buscar el consejo de líderes espirituales o hermanos en Cristo que tengan más experiencia en la fe.

En resumen, la Biblia no nos da una respuesta clara sobre qué hacer con el pan y la copa que sobran de la celebración de la Sagrada Comunión. Sin embargo, podemos buscar principios bíblicos como la gratitud y el despilfarro, el compañerismo y el compartir, y la conciencia cristiana y la libertad como guía. Aplicando estos principios, podemos encontrar una forma respetuosa y coherente con la fe cristiana de tratar los elementos sobrantes en la celebración de la Sagrada Comunión.

Conclusión

La celebración de la Santa Cena es un momento sagrado e importante para los cristianos. Es una oportunidad para recordar el sacrificio de Jesucristo en la cruz y renovar nuestra fe y compromiso con Él. Si sobra un poco de pan o vino (o jugo de uva) en la celebración de la Sagrada Comunión, podemos buscar principios bíblicos como la gratitud y el derroche, el compañerismo y el compartir, y la conciencia cristiana y la libertad como guía.

Según la biblia, ¿después de la cena podemos dar el pan y el jugo que sobró a los miembros, considerando que ya han sido consagrados?

La Biblia no especifica qué se debe hacer con el pan y el jugo que sobran después de celebrar la Sagrada Comunión. Sin embargo, podemos aplicar principios bíblicos para decidir qué hacer con estos elementos.

Como se mencionó anteriormente, uno de los principios que podemos aplicar es el de la comunión y el compartir. Si quedan sobras de pan o jugo, podemos buscar formas de compartirlas con los miembros de la iglesia que no pudieron asistir. Esto se puede hacer entregando el pan y el jugo a los hogares de los miembros u organizando un tiempo de compañerismo donde se comparten las sobras.

Sin embargo, es importante recordar que estos elementos son símbolos de la presencia de Cristo en la celebración de la Sagrada Comunión y, por lo tanto, deben ser tratados con respeto y reverencia. Si elegimos compartir las sobras con los miembros, debemos hacerlo con respeto y de manera apropiada.

Además, es importante recordar que el pan y el jugo no tienen poderes mágicos o sobrenaturales, y no hay necesidad de consagrarlos nuevamente. La consagración tuvo lugar durante la celebración de la Santa Cena y, a partir de ese momento, el pan y el jugo se convirtieron en simples símbolos de la presencia de Cristo.

En resumen, la Biblia no especifica qué hacer con el pan y el jugo sobrante después de celebrar la Sagrada Comunión. Sin embargo, podemos aplicar principios bíblicos como el compañerismo y el compartir para decidir qué hacer con estos elementos. Es importante tratarlos con respeto y recordar que no es necesario volver a consagrarlos.

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Written by : Ministério Veredas Do IDE

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